Sivera en observación tras un golpe en la cabeza

El reciente encuentro entre el Deportivo Alavés y el Villarreal estuvo marcado por un incidente inesperado que dejó a todos los aficionados en vilo. Durante una intensa disputa entre Antonio Sivera, el portero del Alavés, y Ayoze, se produjo un fuerte golpe en el rostro del guardameta, lo que llevó a la interrupción del partido por un lapso de diez minutos.

La jugada, que fue revisada por el VAR, resultó en la expulsión de Sivera, quien había estado brillando en el campo con varias paradas decisivas. Sin embargo, el golpe fue tan contundente que el portero de Jávea perdió temporalmente el conocimiento, lo que generó una inmediata preocupación entre jugadores y aficionados.

Afortunadamente, tras recibir la atención médica necesaria, Sivera recuperó la consciencia rápidamente y dejó el terreno de juego caminando por su propio pie, siendo recibido con una emotiva ovación por parte de la afición en Mendizorroza. Este gesto de apoyo demuestra la conexión emocional que los hinchas tienen con sus jugadores, especialmente en momentos críticos como este.

A pesar de la mejora en su estado, el club ha anunciado que se espera un parte médico en las próximas horas para evaluar la gravedad de la lesión y establecer un posible tiempo de recuperación. Lo que sí es seguro es que Sivera no podrá participar en el próximo partido debido a la sanción que conlleva la expulsión.

Este incidente no solo resalta la naturaleza impredecible del fútbol, sino que también pone de manifiesto la importancia de la salud de los jugadores. La Liga sigue siendo un terreno de batalla en el que cada jugada cuenta, y la seguridad de los atletas debe ser siempre la prioridad.