Oliván y Gragera ausentes en el último entrenamiento
Publicado por Javier Marín | 17 de abril de 2025 | 21:41h

Este jueves por la tarde, el RCD Espanyol ha llevado a cabo su última sesión de entrenamiento en el estadio perico, preparándose para un encuentro crucial que se celebrará el próximo viernes, 18 de abril de 2025, contra el Getafe. Este partido, que dará inicio a las 21:00 horas en el RCDE Stadium, corresponde a la jornada 32 del campeonato de Liga y es de vital importancia para los blanquiazules, que buscan afianzar su buena racha en la competición.
El entrenador del Espanyol, Manolo González, ha dirigido un entrenamiento centrado en la estrategia y cohesión del equipo, aunque las noticias no son del todo positivas en cuanto a la alineación. Las ausencias de José Gragera y Brian Oliván, quienes continúan con sus procesos de recuperación, se harán sentir en el campo. Además, Javi Puado no podrá participar en el partido debido a una sanción tras recibir su quinta tarjeta amarilla en el último encuentro.
A pesar de estas bajas importantes, el cuerpo técnico confía en la capacidad de su plantilla para competir con garantías. La fortaleza del grupo y la preparación meticulosa son claves para afrontar este desafío ante un rival directo en la clasificación. Los aficionados están ansiosos por ver cómo se resuelven estas ausencias y qué jugadores serán los elegidos para formar parte de la alineación titular.
Con la mirada puesta en el duelo, los seguidores del Espanyol esperan que la combinación de talento y esfuerzo colectivo permita al equipo seguir sumando puntos en su lucha por mejorar su posición en la tabla. La afición blanquiazul sabe que cada partido es una oportunidad para demostrar su valía y este no será la excepción.
En cuanto a las posibles alineaciones, el cuerpo técnico deberá hacer malabares para ajustar su estrategia. Los jugadores que salten al campo tendrán la responsabilidad de mantener el espíritu del equipo y luchar por la victoria, especialmente ante un Getafe que también tiene mucho en juego. Las cartas están sobre la mesa y la emoción está garantizada.
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